sábado, 16 de junio de 2012

La cultura del Spa, la crisis y otras reflexiones.

LA CULTURA DEL SPA, LA CRISIS Y OTRAS  REFLEXIONES.


Hace muchos años que en España existen balnearios, centros termales y terapeutas que entran dentro del marco del bienestar o de la salud preventiva. Sin embargo este sector hace diez años, como tantos otros sectores experimento un boom. Con la facilidad crediticia que había, el aumento en la calidad de vida, el respaldo del boom inmobiliario muchos se lanzaron a la aventura y muchos han cerrado y abierto sus puertas en los últimos diez años.
Hubo un crecimiento de los spas y de las escuelas de terapeutas para avastecer al mercado creciente, hubo formaciones de calidad que mantuvieron unos estándares y hubo otras de las que desgraciadamente no se puede decir lo mismo.
Junto con el boom del spa ha habido un aumento de la necesidad de cuidarse. Esto no lo veo una moda, pudo parecerlo, pero se esta instalando, nos enfrentamos a un cliente cada vez más necesitado de cuidados y por tanto, más informado, con conocimiento y experiencia en servicios, productos, distintas terapias en distintos países, el mundo es ahora más global que nunca.
Ellos mismos participan en seminarios, acuden a Asrhams directamente en la India, hacen yoga, fitness, pilates, hidroterapia casera, se han apuntado a cursos de automasaje, tienen entrenadores personales, cursitos de masaje para la pareja, retiros de fin de semana y un largo etcétera dedicado al bienestar. Desde un Spa a veces te encuentras a clientes a los que querrías contratar ¿Y esto que significa?
Desde mi punto de vista significa calidad, en otros países donde se instalo la cultura del bienestar hace más años, es más difícil competir, es más complicado establecerse y a parte de sistemas legales y regulaciones, el motivo principal es un cliente informado y exigente.
La crisis ha tenido muchas consecuencias, una crisis es entre otras cosas el grito y la necesidad de un cambio, leía el otro día que la gente cocina más en casa desde que hay crisis, que se hacen asados los domingos, sopa con los huesos el lunes y croquetas con lo que queda el martes. Si salen a cenar lo hacen dos o tres días al mes. Mi reflexión es que si sales a cenar dos veces y además has aprendido a cocinar exiges más y son pocos los restaurantes que se sostienen. Y esto a mi modo de ver es bueno, había demasiados restauradores que no conocían su oficio.
Lo mismo ocurrirá, de hecho ya esta ocurriendo con el spa, son tiempos duros, son tiempos de aprender y escuchar a nuestro cliente, escuchar si nuestra puerta se abre y si el teléfono suena, y si no lo hace no preguntarnos ¿Cuándo acabara la crisis? Si no ¿Qué podemos hacer para que suene? Inventar nuevos proyectos, ofrecer servicios allá donde el cliente lo necesite, adaptarnos a su tiempo y a sus horarios, renovarnos, sin perder calidad ni compromiso. No pensar como flotar en esta crisis, diseñar una estrategia para seguir remando y creciendo los próximos diez años.
Tyrone Mactley Team Aqua Urban Spa

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